Cuando escuchamos la palabra bacteria, muchos de nosotros la relacionamos con enfermedad y a primera instancia suena negativo. Desde pequeños nos hacen relacionarnos con ésta palabra ya sea a través de la medicina o de la publicidad, por ejemplo los productos antibacteriales como los jabones, etc. Por otro lado te encuentras con que no todas las bacterias son malas e incluso nos hacen fuerte. Las bacterias tienen su lugar y es ahí dónde obtenemos sus beneficios y de aquí comienza a sonar la palabra probióticos.
Índice del artículo
¿Qué son los probióticos?
A los probióticos se les conocen como las bacterias amigables y saludables. Son microorganismos que promueven el sistema inmune y ayudan a mantener un tracto digestivo en buen funcionamiento.
La palabra probiótico es derivada del latín que significa ¨por vida¨. Son especies microbianas que se ingieren con el propósito de alterar la flora intestinal de manera beneficiosa para la salud. Se originó hace siglos cuando la gente notó por primera vez los efectos positivos de comer alimentos fermentados.
La fermentación es el proceso metabólico por el cual un organismo convierte los carbohidratos en alcohol o ácido. Éste proceso metabólico reduce el PH y tiene una serie de efectos que evitan el deterioro de los alimentos fermentados. Éstos alimentos fermentados son ricos en bacterias probióticas que benefician a tu flora intestinal de forma natural. Durante la fermentación las bacterias vivas descomponen los componentes de los alimentos como el azúcar, lo que facilita la digestión y la absorción de nutrientes.
Según la ISAPP, la organización científica internacional de probióticos y prebióticos, indican que si se administran las dosis adecuadas de éstos microorganismos vivos puede ayudarnos grandemente a la salud. Los probióticos pueden ayudar a mantener las bacterias que viven en el intestino, especialmente cuando la microbiota intestinal se ve afectada por el stress, medicamentos, una dieta desequilibrada y no dormir bien.
¿Son todos los probióticos iguales?
No todos los productos o suplementos dietéticos en el mercado etiquetados cómo probióticos han demostrado beneficios para la salud. Los probióticos se identifican por su cepa específica de bacterias que incluyen el genero, la especie y la subespecie por ejemplo, Lactobacillus-rhamnosus-GG. Los siete géneros más utilizados son: Lactobacillus, Bifidobacterium, Saccharomyces, Streptococcus, Enterococcus, Escherichia y Bacillus. Cada uno con únicas características y propiedades específicas.
La mayoría de los probióticos de forma general ayudan a mantener el tracto intestinal saludable, reducen y previenen la diarrea causada por tratamientos de antibióticos o infecciones virales. Contribuyen a tu salud bucal, estomacal, vaginal, tracto urinario, pulmones y su gran mayoría están en el intestino grueso.
En realidad, no es necesario consumir suplementos de probióticos, ya que las bacterias buenas son un equilibrio natural del cuerpo. Comer una dieta balanceada rica en fibra todos los días ayuda a mantener la cantidad de bacterias buenas en los niveles adecuados.
¿Cuál es la mejor manera de obtener los beneficios de los probióticos?
Estas bacterias buenas las puedes conseguir en numerosos alimentos que contribuyen a nuestro sistema inmune. Seguramente los consumes a diario, si no, te recomiendo que los añadas a tu lista de la compra; yogurt, pan de masa madre, queso cottage, tempeh, pepinillos, kimchi, sopa miso y chucrut. Existen también bebidas fermentadas como lo es la Kombucha o kefir, que introducen probióticos a tu dieta.
Los alimentos que aportan probióticos mejoran tu sistema digestivo y el sistema inmunológico. Por ejemplo, la fermentación de la leche hace que las bacterias descompongan la lactosa de la leche en azúcares más simples (glucosa y galactosa). Por éste proceso, si eres intolerante a la lactosa puede que alimentos como el yogurt y el queso sean más fáciles de digerir.
También incrementan la disponibilidad de nutrientes, vitaminas y minerales para que nuestro cuerpo los absorba. Al aumentar las bacterias beneficiosas en tu intestino se está promoviendo la capacidad para producir vitamina B y sintetizar vitamina K.
Consumir alimentos ricos en probióticos te ayuda a mantener un buen estado de ánimo y comportamiento. El intestino y el cerebro están conectados a través del eje hipotolómico pituitario-adrenal. Técnicamente llamado sistema nervioso entérico, el intestino está lleno de neuronas que pueden influir en nuestras emociones y sentimientos. La serotonina que es un neurotransmisor que está relacionado con el estado de ánimo se produce en el intestino. Investigaciones indican que las bacterias probióticas que contribuyen a un intestino sano a la vez están relacionadas a una mente sana.
Los probióticos no deben confundirse con los prebióticos, que son fibras dietéticas que ayudan a alimentar las bacterias beneficiosas que ya están en tu intestino.
Algunos consejos :)
- Siempre debes verificar las etiquetas de los productos que indiquen que contienen cultivos vivos y activos.
- Los alimentos fermentados deben permanecer refrigerados. Si los productos fermentados que compras en el supermercado no están refrigerados puede que hayan sido tratados y pasteurizados y esos procesos hacen que se destruyan los probióticos naturales presentes en los alimentos.
- Verifica tus opciones de yogures y kombucha, algunos tienen mucho contenido de azúcar añadida, altos en fructosa o edulcorantes artificiales que no contribuyen a mantener el intestino saludable.
- Consumir suplementos probióticos se ha vuelto popular. Pero hay que tener cuidado, en ocasiones puede ser una perdida de dinero y de tiempo. Recomiendo que en lugar de suplementos es preferible centrarse en la dieta en lugar de las pastillas.
¿Fermentación en casa?
¿Hacer tus alimentos fermentados y bebidas fermentadas en casa? Les dejo una receta simple que les ayudará.
Yogurt!, el yogurt se elabora agregando varios tipos de bacterias inofensivas a la leche. Con leche de vaca es el tipo de Yogurt mas utlizado, aunque también se podría hacer con leche de cabra, oveja o bufala.
Se puede utilizar en plato dulces, salados, aderezos, adobos, horneados o con frutas.
Ingredientes:
Vierte la leche en una olla a baja temperatura hasta que alcance los 82ºC.
Apague el fuego y deja que baje hasta 43ºC.
Saca 1 taza de leche y viértela sobre el Yogurt en un bowl. Mézclelo bien e introduzca de nuevo en la olla y remueva todo nuevamente. Cubre con una toalla de cocina y déjelo reposar entre 9 y 12 horas en un lugar a temperatura de 25ºC, que se mantenga a temperatura ambiente ni muy cálido ni muy frio.
Sírvelo como topping en tus cereales favoritos, batidos, salsas, en lo que desees. También puedes añadirle vainilla en el proceso de reposo o endulzante favorito.
Ingredients
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Vierte la leche en una olla a baja temperatura hasta que alcance los 82ºC.
Apague el fuego y deja que baje hasta 43ºC.
Saca 1 taza de leche y viértela sobre el Yogurt en un bowl. Mézclelo bien e introduzca de nuevo en la olla y remueva todo nuevamente. Cubre con una toalla de cocina y déjelo reposar entre 9 y 12 horas en un lugar a temperatura de 25ºC, que se mantenga a temperatura ambiente ni muy cálido ni muy frio.
Sírvelo como topping en tus cereales favoritos, batidos, salsas, en lo que desees. También puedes añadirle vainilla en el proceso de reposo o endulzante favorito.